El papel de los bosques (húmedos o no) en nuestras vidas, y por qué importa ocuparse de ellos y protegerlos, es porque son vitales para toda la vida humana; la disponibilidad de agua dulce a escala mundial depende de nuestros bosques. Lo mismo que, en gran medida, la calidad del agua.
Por otra parte, la salud de nuestros humedales, arbolados o no, está vinculada a la salud de los bosques de nuestras cuencas. La pérdida y la degradación de los bosques hace que se pierdan y degraden humedales y la disponibilidad de recursos vitales como el agua y especies acuáticas ligadas a la alimentación y bienestar humanos.
“No podemos vivir sin los bosques, ya sean bosques terrestres o humedales arbolados, por las funciones esenciales que desempeñan en nuestras vidas aportando agua, alimentos, medios de vida, actividades recreativas, culturales, turismo… y mucho más” –señalaron finalmente desde la Convención Ramsar.
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