sábado, 5 de septiembre de 2009

¿Sombrilla para la Tierra?

Ilustración de Bryan Christie Design.

El astrónomo Roger Angel ha propuesto una excéntrica sombrilla: billones de deflectores del Sol, de un metro de diámetro, orbitando a 1.6 millones de kilómetros de la Tierra. La nube de discos disminuiría la luz solar en 20% aproximadamente. La sombra no sería tan profunda como se muestra aquí, pero se esparciría sobre el planeta entero y lo enfriaría varios grados.

Algunos lo llaman hibris; otros, razonamiento frío. Pero la idea de combatir el calentamiento global diseñando deliberadamente un clima más fresco; por ejemplo, construyendo alguna especie de parasol planetario; ha migrado recientemente de lo alternativo a la ciencia dominante. Ya estamos modificando el clima accidentalmente, dicen los partidarios de la geoingeniería; ¿por qué no hacer algo intencional e inteligente para detenerlo?


Con partículas diseñadas minuciosamente, los geoingenieros podrían requerir sólo de una fracción de todo ese tonelaje; aunque las partículas tendrían que ser enviadas continuamente, año tras año, debido a que salen de la estratosfera. No obstante, dice Caldeira, el esquema de sulfatos sería “prácticamente gratuito en comparación con los otros costos para mitigar el cambio climático”.

Los críticos afirma que esto podría desatar una desastre aun peor. Si colocáramos un parasol sin restringir las emisiones de gases y luego este fallara, el accidente climático ocasionaría un desastre: el calentamiento global que habríamos estado enmascarando se presentaría de inmediato. Esa sería la peor de las consecuencias no intencionales de la geoingeniería, pero podría haber otras daños a la capa de ozono, tal vez, o un incremento de las sequías. Si el CO2 continúa en aumento, sin embargo, es posible que enfrentemos emergencias mayores.